El misterio de las esmeraldas
“…Los aborígenes poseían muchas esmeraldas y actualmente tienen todavía sus minas, pero para ellos solamente; y aunque los españoles los hayan atormentado y dado muerte a muchos, nunca han querido revelar dónde se encuentran”, narraba el cronista italiano Girolamo Benzoni, refiriéndose a Manta en el siglo XVI.
Enormes esmeraldas, tan impresionantes que llegaron a ser idolatradas; como la legendaria, con forma de cabeza femenina, a la que varios cronistas españoles coinciden en llamar “Diosa Umiña”.
Los manteños le atribuían mágicos poderes curativos, el cacique la frotaba sobre los cuerpos de los enfermos devolviéndoles la salud. Le rendían ofrendas con otras esmeraldas más pequeñas, consideradas como hijas de Umiña.
¿Dónde están esas piedras milenarias? Ese es el misterio, un misterio convertido en leyenda.