Los niños sacan los muñequitos de sus mentes y con sus propias manos les dan forma, altura y color… Se convierten en esculturas.

Es lo que ha logrado el maestro David Pincay y sus colaboradores con 70 niñas, niños y adolescentes en el curso vacacional de esculturas de arena, impulsado por la Alcaldía Ciudadana.

Durante un mes, las playas de San Mateo y El Murciélago fueron testigos de un aprendizaje que se convirtió en convivencia familiar, porque se sumaron padres, abuelitos y hermanos mayores.

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